La tarea de educar no es nada fácil. Cada etapa del niño tiene sus dificultades, y según las vamos pasando, pensamos que es peor que la anterior. Muchas veces se considera que los primeros años es lo más fácil, aunque cuando estamos en ese periodo, en el que tenemos los horarios de sueño alterados, no hacemos más que cambiar pañales o limpiar ropa, o perseguirles cuando aprenden andar, no pensamos igual.
Lo que sí está demostrado es que estemos en la etapa que estemos, siempre nos cuestionamos si lo estamos haciendo bien o no. Esto es un claro síntoma de que nos interesa la educación de nuestros hijos, y nos preocupamos por si nuestras enseñanzas o maneras de inculcárselas, son las más adecuadas para ellos.
Nuestra forma de enseñarles depende del estilo educativo que adoptemos o tengamos. Veamos qué es y qué tipos existen.
Qué es el estilo educativo.
Se puede definir como la forma regular de actuar de los padres ante sus hijos, de interactuar con ellos, en las situaciones cotidianas, con el fin de enseñarles y prepararles para el mundo en el que vivimos.
El estilo educativo depende en gran medida del carácter que tiene el padre/madre, pero también hay otros factores que influyen en el mismo:
- Cómo el adulto interpreta las conductas de los niños (no es lo mismo considerar una travesura como algo habitual y tolerable, que considerarla como una desafío a la autoridad de los padres).
- Manera de concebir la vida y el mundo al que se van a incorporar los niños, por parte de los padres.
- Las distintas situaciones en las que se producen las conductas y las interacciones padres-hijos.
- El pasado de los padres y la relación de éstos con sus progenitores.
- Carácter, personalidad, temperamento, trastornos… que tienen los hijos.
- Tipo de contacto emocional que tienen los padres con sus hijos, etc.
Qué tipos de estilos educativos existen.
Básicamente, se distinguen 4 tipos de estilos educativos, pero lo que sí quiero dejar claro es que, el mismo padre/madre, no tienen porque pertenecer a un mismo tipo siempre, puede variar en función de la conducta del hijo, de la situación, del momento emocional por el que atraviesa el progenitor… e incluso a veces somos incongruentes, y usamos distintos estilos para la misma conducta y situación.
Los 4 tipos son los siguientes:
1. Estilo autoritario:
- Normas rígidas y abundantes.
- Inflexibles en la aplicación de las mismas.
- Escaso contacto emocional con los hijos y falta de expresividad de afecto hacia los hijos.
- No se dialoga ni hay negociación, se impone.
- Poco o nulo control de los impulsos en los progenitores.
- Utiliza sobre todo el castigo y las críticas.
- No se tienen en cuenta los intereses y preferencias del niño y se es demasiado exigente para el nivel de madurez del niño.
2. Estilo permisivo:
- Mucho afecto y contacto emocional.
- Escaso control de las conductas del niño, falta de normas o están poco definidas.
- Se rigen por los intereses y preferencias del niño.
- Poco exigentes, los niños aprenden las cosas por sí mismos.
- Evitan los conflictos, la negociación y permiten hacer al niño.
- - Delegan en otros (profesionales: maestro, amigos, pediatra…) la educación de los hijos.
3. Estilo indiferente o negligente:
- Se implican muy poco en la educación y crianza de los hijos.
- Suelen ser fríos y distantes con los hijos.
- Nula sensibilidad hacia las necesidades de los hijos.
- Ausencia de normas, y en ocasiones además someten al hijo a severos castigos.
- Escasa comunicación con los hijos.
4. Estilo democrático:
- Son bastante afectuosos y tienen muestras de cariño con sus hijos.
- Altos niveles de comunicación con los hijos.
- Normas y límites claros, bien definidos y justificados o razonados con sus hijos, los que a veces además participan del establecimiento de los mismos.
- Controlan el comportamiento de sus hijos, utilizan el refuerzo de forma adecuada y el castigo de igual manera.
- Se les educa en la autonomía y la independencia.
¿Qué consecuencias comportan para los hijos cada estilo educativo?
A priori, por lo que vemos en las listas de más arriba, parece que el estilo educativo democrático es el más adecuado, tanto para la educación de los hijos, como para la convivencia de padres e hijos. Veamos ahora qué consecuencias reportan cada uno de los estilos en los propios hijos:
1. Estilo autoritario:
- Son obedientes y sumisos cuando hay un control externo, como el de los padres, pero en ausencia de control, se vuelven temerosos e irresponsables, ya que no se les enseña autocontrol, que es muy importante.
- Niños con baja autoestima, tendencia a la depresión y la autoculpabilidad.
- Suelen tener escasa habilidades sociales para enfrentarse al mundo.
- Pueden tener actitud de huida o engaño ante los conflictos.
2. Estilo permisivo:
- Tienen una fuerte inseguridad en sí mismos.
- Bajo rendimiento académico por falta de esfuerzo.
- Baja tolerancia a la frustración, no están acostumbrados a que les digan no.
- Cambios frecuentes de humor, mala regulación y autocontrol emocional y de los impulsos.
- Inmaduros para su edad.
3. Estilo indiferente o negligente:
- Baja autoestima.
- No acatan ninguna norma ni límite.
- Tienen escasa empatía, no son sensibles a las emociones de los demás.
- Son muy vulnerables a los conflictos sociales y personales.
4. Estilo democrático:
- Mayor empatía y generosidad con los demás.
- Están más satisfechos consigo mismos.
- Tienen buena competencia y habilidades sociales. Buena autoestima, independencia y autonomía, control de impulsos y de conductas.
- Son persistentes en las tareas y tienen buen rendimiento académico.
- Buen desarrollo moral, sentido de la responsabilidad y aprendizaje de toma de decisiones.
- Muy buen afecto y relación con los padres.
Y tú, ¿qué estilo educativo tienes? Te he mostrado las características de cada uno y las consecuencias de los mismos en los niños. Ahora te toca a ti averiguar a cuál perteneces, y si te planteas un cambio en la forma de educar a tus hijos, siempre es bueno que vayas a un psicólogo, quien te dará las pautas oportunas y los ejemplos concretos para que emprendas el cambio.
Otra última cuestión que hay que dejar bien clara. El estilo educativo de los padres NO es el único factor influyente en la conducta de los hijos. No se debe estigmatizar al padre/madre por ello, pero lo que sí está claro, es que es un factor importante y que además es un factor que podemos controlar por entero, por lo que a igualdad del resto de condicionantes, los beneficios para los niños serán mayores con un estilo educativo democrático.
También se debe tener en cuenta, que para algunas ocasiones puede ser conveniente utilizar otro estilo educativo o que al menos ese será más eficaz. Y que un progenitor puede tener un estilo y el otro progenitor otro diferente, por lo que habrá que tener cierto “arte” para combinarlos adecuadamente y sacar de ellos lo más beneficioso para el niño.
Fuente: David Cortejoso: Psicología para todos/Superdotados/Psicología infantil/Depresión.
muy interesante. En los libros de Mª Jesús Alava Reyes se aborda muchos casos de estilos educativos y sus consecuencias negativas cuando son excesivamente auotoritarios o permisivos.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu aportación Alicia, Mª Jesús es una fantástica psicóloga infantil madrileña.
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