lunes, 3 de junio de 2013

Comer en familia: un hábito saludable.





Comer en familia: un hábito saludable.

Comer en familia impide que los niños abusen de alimentos poco saludables y es el mejor escenario para que aprendan hábitos alimentarios correctos.

Hay niños que comen solos mientras ven la televisión. 
Hay niños que comen solos en la cocina mientras sus padres realizan otras tareas. 
Hay niños a quienes se les permite comer en su habitación sin compañía.

Todos ellos tienen más riesgo de sufrir trastornos alimentarios o sobrepeso. 

Por el contrario, los niños que comen en familia por lo menos tres veces por semana disminuyen en un 32% el riesgo de padecer un trastorno alimentario y en un 15% la posibilidad de ser obesos, según datos de Pilar Gómez Enterría, coordinadora del área de Nutrición  (SEEN), 

Un buen ejemplo nutricional para los niños.

Cuando los niños comen solos es más sencillo que sigan hábitos poco saludables: ingieren menos frutas y verduras, abusan de alimentos procesados y azucarados, les cuesta más comer el pescado... En cambio, si los niños se sientan a la mesa con la familia, los padres o los abuelos insisten hasta conseguir que mantengan costumbres adecuadas, como acabar todas las verduras del plato y tomar de postre una manzana, en lugar de un helado, o comer en el desayuno tostadas con pavo, en lugar de bollería industrial.

Comer en familia incluye hacer la compra y preparar los alimentos con ayuda de los niños. Además, junto con lo anterior, es importante tener en cuenta que comer en familia empieza antes de sentarse a la mesa. Los expertos aconsejan involucrar a los niños en el momento de hacer la compra y preparar los alimentos. De este modo, se consigue que los pequeños interioricen un modelo nutricional sano. Cada vez más investigaciones señalan los beneficios de comer en familia. 

Las claves de los efectos positivos que la comida en familia tiene en la alimentación de los pequeños podrían ser, según los investigadores, el ejemplo saludable que transmiten los adultos con sus buenos hábitos y la posibilidad de que estos frenen a tiempo las tentaciones de los niños.

El papel de los abuel@s en la alimentación de los menores es primordial.

Para muchos padres no resulta sencillo comer con frecuencia con sus hijos. Hoy en día, muchos progenitores trabajan todo el día y la responsabilidad de cuidar a los niños recae, en buena parte, en los abuelos.

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