jueves, 24 de abril de 2014

Terapia de Movimiento Rítmico. Integración de Reflejos Primitivos.: Www.arcesw.com

Terapia de Movimiento Rítmico. Integración de Reflejos Primitivos.: Www.arcesw.com:  Esta página es del Dr.  Carlos Alberto Arce Gonzáles, Médico Especialista en Medicina de Rehabilitación    Accede a esta página y d...

martes, 22 de abril de 2014

"Los pensamientos curan más que los medicamentos"

Bruce Lipton reclama una nueva medicina, la que tenga en cuenta la energía por su capacidad para curar.
Por: Montse Cano

Reclama una nueva medicina, la que tenga en cuenta la capacidad de curar de la energía, mucho más eficaz que los medicamentos. Bruce Lipton (Estados Unidos, 1944) ha conseguido aunar ciencia y espíritu. No es poco mérito el suyo si tenemos en cuenta lo "alérgicos" que son los científicos a los temas trascendentales. Es doctor en Biología Celular y fue pionero en la investigación con células madre. Sus estudios sobre la membrana celular y las modificaciones de las células según el entorno sentaron las bases de la nueva epigenética. Sus descubrimientos (que iban en contra de la opinión científica establecida de que la vida es controlada por los genes) y el estudio de la física cuántica le han llevado a criticar duramente la medicina convencional. Es autor de libros como La biología de la creencia y La biología de la transformación.

Usted asegura que la medicina convencional va por muy mal camino. ¿Tan peligrosos son los medicamentos que nos recetan?
Nos dan medicamentos para la enfermedad, pero esto causa muchos problemas en el cuerpo. Porque esta medicina basada en la farmacología no entiende cómo está interrelacionada toda la bioquímica del organismo. Cuando tomo una pastilla química y la introduzco en mi cuerpo, no solo afecta a aquel lugar donde tengo el problema, sino que afecta a muchas otras cosas a la vez. Son los llamados “efectos secundarios”. Pero, en realidad, no son secundarios sino directos. No entienden que el efecto de las drogas no solo crea un efecto sino múltiples. Según las estadísticas en EEUU, ¡los fármacos matan allí a más de 300.000 personas cada año! Y esas personas son muchas más que las que mueren por tomar drogas ilegales. Hay algo que no funciona en la ciencia médica. Hace algunas cosas bien, como la traumatología, pero está matando a mucha más gente de la que ayuda. Tiene que aprender cómo funcionan las células.


¿Y qué ha descubierto sobre las células pero que no tiene en cuenta la medicina?  

Yo ya trabajaba con ellas en los años 60. Fui un pionero porque en esa época había muy poca gente trabajando en ello. Y un experimento que hice en esa época cambió la idea que tenía del mundo. Puse una célula madre en un plato petri y, como cada diez horas se divide en dos, al cabo de dos semanas, tenía miles de células, todas idénticas. Luego cogí algunas de ellas, las coloqué en otro plato y cambié el entorno celular (son más como peces porque viven en un entorno fluido). Cambié la química en ese plato y ahí formaron músculo. Después, cogí otras del primer plato y las puse en un entorno diferente, y se formó hueso, y otras se convirtieron en grasa al volver a cambiar el entorno. Entonces, la pregunta es muy sencilla, ¿qué controla el destino de las células? Todas eran idénticas, lo único que era diferente era el entorno. Cuando cojo células sanas y las coloco en un entorno nocivo, la células enferman y mueren. Si un médico las mirara, diría: “¿Qué medicina hay que darles?” ¡Pero no hace falta ninguna medicina! Les cambias el entorno nocivo, las colocas en uno sano y saludable y las células sanan. Los humanos somos una comunidad de 50 trillones de células, por tanto, la célula es el ser viviente y la persona es una comunidad. ¡El humano es un plato petri cubierto de piel!

La industria farmacéutica no quiere que sanes sin comprar sus fármacos. ¿Se puede poner energía en una cápsula?

¿Cuál es el entorno de la célula que hay que cuidar?

Dentro de mí hay 50 trillones de células y el entorno celular para nosotros es la sangre, por ello la composición de la sangre cambia el destino de la célula. ¿Y qué controla la sangre? Pues el sistema nervioso, que crea una química diferente según el sistema exterior. La célula y el ser humano son la misma cosa. Por ello, si pongo al ser humano en un entorno nocivo, igual que la célula, también enferma. Si lo trasladas a un entorno sano, entonces sana. Por tanto, la medicina culpa a las células por la enfermedad y trata de cambiar la química de las células, pero ese no es el problema, el problema es el entorno. Y si cambias a la persona de entorno, sin medicamentos, el cerebro cambia la química. El cerebro de la célula y el de la persona leen y entienden el entorno. 

En un entorno sano, ¿nos curamos automáticamente? ¿Así de fácil?
No es tan fácil, porque la mente interpreta. Puede suceder que estemos en un entorno muy sano y que la mente lo lea como un entorno negativo o perjudicial. Entonces crea una química que hará a mi cuerpo enfermar. La diferencia entre la célula y el ser humano es que este tiene una mente que hace una interpretación y la célula lee el entorno directamente. Si metes un programa con errores en la mente, entonces la química que genera no está en armonía con la vida. Y esto nos sirve para entender cómo funciona un placebo. Cambio mi creencia y pienso que esto me va a sanar, tomo una píldora porque creo que esto me va a traer salud, y me mejora y me sana, pero la píldora podría ser de azúcar, en realidad no ha hecho nada, han sido mis creencias. Y a eso lo llamamos pensamientos positivos y efecto placebo.


¿Está diciendo que el efecto placebo –creer que algo nos sanará– es más curativo que un medicamento? Pero no hay casi investigaciones sobre eso.
Sí, tienes razón. ¿Eres consciente de que hay más de una manera de hacer energía sin tener que depender del petróleo? Pero seguimos dependiendo del petróleo porque no interesa el cambio a los que controlan la energía. Lo mismo pasa con las empresas farmacéuticas. Venden fármacos y ¿poder sanar sin fármacos es bueno o malo para la industria farmacéutica? No quieren que sanes sin comprar sus fármacos. ¿Se puede poner energía en una cápsula? Si fuera así, las farmacéuticas intentarían vendértela. Si puedo sanar sin usar medicamentos, la industria que los produce no gana dinero. Deberíamos poder decir que la ciencia está separada de la industria farmacéutica, pero no es así, porque con el dinero de esta se paga el desarrollo de la ciencia, y ese dinero solo va esos estudios que dicen que las drogas funcionan. El dinero controla la ciencia.


Explíquenos cómo funciona ese poder que dice que tiene la mente para la autocuración.

He hablado de que la mente controla: si piensa de una manera, se va en una dirección y, si piensa de otra, se va en otra. Por ejemplo, cierro los ojos, los abro y veo a alguien a quien amo. Entonces mi cerebro segrega dopamina, oxitocina, etc. Lo puedo sentir en mi cuerpo, puedo sentir el amor, y esa química trae salud a las células. Por eso, quien se enamora se siente tan bien. Pero si abro los ojos y veo algo que me asusta, segrego hormonas del estrés. Y estas hacen dos cosas. La primera es que frenan el crecimiento del cuerpo. Porque si me está persiguiendo un león, necesito toda la energía para poder escaparme, y mi organismo apaga todo lo que no sea imprescindible para correr más rápido, así que se paraliza todo lo que tiene que ver con el crecimiento. La gente no lo sabe, pero tienes que crecer todos los días, porque, si no, te mueres. Cada día cientos de billones de células mueren y tienes que ir produciendo nuevas. Cada tres días, el sistema digestivo renueva sus células, pero si se intefiere con ese crecimiento, entonces no puedo estar sano porque estoy perdiendo demasiadas células al día, por eso la quimioterapia hace que se caiga el pelo y crea problemas de digestión, porque mata todas las células, no solo las del cáncer. La segunda consecuencia de las hormonas del estrés es que se cierra todo aquello que usa energía, y el sistema inmunitario usa muchísima energía: cuando estás enfermo, te sientes muy cansado porque tu energía la está usando el sistema inmunitario.

Si pones al ser humano en un entorno nocivo, igual que la célula, enferma. Si lo trasladas a un entorno sano, entonces sana

Eso significa que el estrés nos hace enfermar, ¿no?

Las hormonas del estrés apagan el sistema inmunitario, incluso la medicina usa este efecto en algunas ocasiones. Por ejemplo, si me trasplantaran un corazón, mi sistema inmunitario lo rechazaría. En esos casos, los médicos dan hormonas del estrés y eso impide que funcione el sistema inmunitario. Es tan claro que suprime el sistema inmunitario que lo usamos como un medicamento. Cuando la persona está bajo estrés, afecta de dos maneras: la primera es que deja de haber crecimiento y la segunda es que se apaga el sistema inmunitario. De esta forma, virus nocivos pueden atacarme fácilmente. Cuando estás bajo mucho estrés, te enfermas. Y debo decir que, si tomamos una muestra de sangre de cada persona, descubrimos que todos tenemos células cancerígenas. Las tenemos siempre, pero si está funcionando el sistema inmunitario, no pueden crecer. Una vez que se apaga el sistema  inmunitario, proliferan. Es como el catarro: no tienes que coger el virus, ya lo tienes dentro. Son organismos oportunistas. El 90 por ciento de la gente que va al médico es debido al estrés, y también el cáncer funciona igual.


Explíquenos qué es la medicina cuántica o medicina de la energía.

Como decía, la primera razón por la que la medicina de hoy es cuestionable es porque los médicos no saben cómo funcionan las células. La segunda es que la medicina está basada en la física de Newton. No reconoce la energía, esa parte invisible, las señales electromagnéticas. Pero, a principios del siglo XX, apareció la física cuántica, que dice que todo es energía, lo que podemos ver y también lo invisible. Si miras dentro del átomo, hay electrones, protones, neutrones. ¿Y qué hay dentro? Energía. La ciencia más reciente indica que el cuerpo responde a la física cuántica, no a la newtoniania. La medicina dice que quiere cambiar la química del organismo con drogas y la nueva medicina dice que hay que cambiar la energía. Y esta nueva medicina, la cuántica, es mucho más poderosa, porque responde primero el campo energético que el físico.

La mente es energía. Cuando piensas, transmites energía, y los pensamientos son más poderosos que la química

Si todo es energía, ¿los pensamientos también? ¿Cómo influyen en nuestra salud?

La mente es energía. Cuando piensas, transmites energía, y los pensamientos son más poderosos que la química. Así que esto es peor para las empresas farmacéuticas porque no lo pueden vender. Por tanto, no les interesa una conexión entre la mente y el cuerpo. Pero es cierto que las propias creencias se convierten en un campo energético, una transmisión, y esta se transforma en una señal que es capaz de cambiar el organismo. Y así es como funcionaba la sanación antes del desarrollo de la medicina. La gente sanaba con los chamanes, con las manos... pero eso no puede vender y por eso la medicina no quiere ir por ese camino. Y es la razón por la que yo cambié mi carrera. Estaba enseñando en la universidad que hay que seguir con drogas y sabía que eso no era verdad. La medicina lo conoce, pero no habla de ello. Sabe que el pensamiento positivo, el placebo, puede sanar, y también que el pensamiento negativo puede matar. Uno se llama placebo y el otro nocevo. En realidad, no es que sea positivo o negativo, es la manera de pensar. Si el médico te dice que tienes cáncer, aunque no tengas cáncer, si lo crees, crearás la química que generará cáncer. Por tanto, el problema no es tanto el entorno real sino el que tú interpretas.


Y eso enlaza con la física cuántica.

Totalmente. Por eso no funciona la medicina, porque no reconoce la ciencia cuántica. No mira hacia ahí porque el dinero está en otro lado.


Usted ha explicado que, en la mente, quien realmente tiene el poder es el subconsciente, ¿por eso es tan difícil cambiar hábitos de pensamiento?

Es millones de veces más poderoso y más importante que la mente consciente. Utilizamos el subconsciente el 95 por ciento del tiempo.


Pero no lo podemos controlar.

Lo puedes reprogramar. La información del subconsciente se recibe en los primeros seis años de vida. Eso que aprendiste en esos años se convierte en el conocimiento fundamental de tu vida. Por tanto, hay muchos estudios que demuestran que las enfermedades que tenemos de adultos, como el cáncer, tienen que ver con la programación y el entorno que vivimos en los primeros seis años de vida.

Los comportamientos que vienen del subconsciente no los percibes y pueden estar haciéndote daño

Es decir, los niños absorben también sus enfermedades o sus actitudes negativas, y así se 'programa' su subconsciente. ¡Qué gran responsabilidad para los padres! 

La gente, cuando oye esto, se preocupa, se culpa. Pero no eres culpable si tú no sabes que el subconsciente funciona así. No lo sabían nuestros padres, ni nuestros abuelos ni bisabuelos. Ahora bien, cuando lo entiendes, tienes que cambiar tu manera de vivir, porque entonces sí eres responsable. Está demostrado que si un niño adoptado vive en su familia casos de cáncer, en su madurez puede padecer cáncer aunque su genética sea diferente. Sería algo así como conducir un coche: si te enseñaron a conducir mal y has automatizado esa forma de conducir, pues lo más probable es que tengas accidentes. Si te enseñaron a maltratar tu cuerpo con mala información, destruirás el vehículo de tu cuerpo, cuyo conductor es la mente. El futuro es una mejor educación para los niños, incluso en la etapa prenatal. 

¿Podemos reprogramar el subconsciente para estar más sanos o ser más felices con nuestra vida?
Los comportamientos que vienen del subconsciente no los percibes y pueden estar haciéndote daño. Quizás te sientes enfermo y echas la culpa a otra cosa. Al cambiar estos programas erróneos en el subconsciente, puedes recrear toda tu vida. Hay varias maneras de hacerlo. Se piensa que, cuando la mente consciente registra algo, la subconsciente también filtra esa informacion, pero no es así. La mente consciente es creativa y la subconsciente trata de todos los hábitos. Si le enseñas al subconsciente algo diferente, se lo enseñas también a la consciente, pero no al revés. Por ello, la manera de reprogramar es repetir y repetir hasta que se crea un hábito. Si leo un libro de autoayuda, mi mente consciente dice: “Sé todo lo que hay en el libro y lo aplico”, pero la subconsciente no se entera de nada. Entonces, piensas: “¿Por que sé tanto y todavía mi cuerpo no funciona?”. Los pensamientos positivos, el conocimiento... solo funcionan el 5% del tiempo, pero el 95% son los hábitos que tengo desde mi niñez. Y esa es la razón por la que los pensamientos positivos no son suficientes. Ayudan, pero no ves muchos resultados. Todo sigue igual hasta que no cambias el subconsciente. Técnicas de psicología basadas en la energía como la hipnosis o el Psych-K son una manera de cambiar el subconsciente, es como un aprendizaje rápido. 

Con su investigación, ha aunado ciencia y creencia, un binomio que evita la mayoría de los científicos. ¿Usted cree en la eternidad? 
Absolutamente, sí. No hay dos personas iguales, y lo digo desde el punto vista biológico. Si cojo mis celulas y las tralado a tu cuerpo, no soy yo, el sistema inmunitario las rechaza. En las células hay como una especie de antenas en miniatura. Son receptores y algunos son autorreceptores. Tú tienes diferentes autorreceptores a los míos. Pero los receptores reciben las señales del entorno. Si corto esos receptores, la célula no tiene ninguna identidad, porque no le viene de dentro sino de fuera. Para explicarlo de forma gráfica, diría que el cuerpo es como un televisor: mis antenas captan y reproducen el programa televisivo de Bruce. Esos receptores recogen esa transmisión. Si estoy viendo la tele y se estropea el tubo de la imagen, ha muerto el televisor, pero sigue la transmisión. Así que cojo otra, la enciendo, conecto el canal y vuelvo a ver el programa de Bruce, pero en otra tele, o lo que es lo mismo, en otro ser. Si ese ser tiene los mismos receptores que tienes tú, volverás a estar trasmitiendo lo mismo, pero en otro cuerpo. Esto explica la reencarnación y quiere decir que el cuerpo puede ir y venir, pero la transmisión siempre está ahí. 

¿Eso le hizo creer que tenemos espíritu?
Nunca había creído en el espíritu, pero cuando comprobé esto en la célula, me cambió la vida entera. La pregunta que me planteé es: ¿por qué esa duplicidad?, ¿por qué tener un espíritu y un cuerpo? Y la respuesta vino de mis células: si solo existiera el espíritu, ¿a qué sabe el chocolate?  Solo con la parte espiritual, ¿cómo vivir una puesta de sol? ¿Qué se siente cuando se está enamorado? Todas esas sensaciones vienen de las células del cuerpo, que puede oler, sentir, tener experiencias. Recoge todo eso, lo transmite al cerebro. Se convierte en vibraciones y lo transmite a la fuente del ser. Si se muere mi cuerpo, mi fuente de ser y mi espíritu tienen la memoria hasta que tenga otro cuerpo. La lección más importante es que estar vivo es un regalo, una alegría por todo lo que podemos sentir. Cuando hagamos eso, todo el mundo estará sano.

lunes, 21 de abril de 2014

Aprende a usar la mente para curarte


El efecto placebo es la prueba de que el cuerpo es capaz de producir sus propios medicamentos.
Determinadas técnicas son capaces de desencadenar los mecanismos de la autocuración.
Por El Correo del Sol

Las pastillas placebo no contienen ningún medicamento y sin embargo producen efectos. La teoría de los médicos ortodoxos era que se trataba de sensaciones subjetivas. Cuando un paciente esperaba sentirse mejor después de tomar una medicación, a menudo era así aunque tomara una píldora de azúcar, decían. En cambio, la medicina natural ve en el efecto placebo una prueba de la capacidad de autocuración y de la influencia de la mente sobre el cuerpo. La ciencia de vanguardia está confirmando este punto de vista. 

Estudios recientes prueban que los efectos del placebo pueden ir más allá de la autosugestión. Paul Pattison sufre la enfermedad de Parkinson, un trastorno neurológico mayor que le impide, por ejemplo, ir en bicicleta, una de sus aficiones favoritas. Pero puede hacerlo si toma una medicación que estimula la producción del neurotransmisor dopamina. De hecho, sin esta medicina prácticamente no puede caminar. O eso creían los médicos hasta que el profesor Jon Stoessl, de la Universidad de la Columbia Británica (Canadá), sometió a Pattison a un experimento. Le pidió que dejara la medicación. Al poco tiempo Pattison volvió a mostrar toda la intensidad de los síntomas del Parkinson. Entonces Stoessl le dijo que le volvía a dar su pastilla. A la media hora volvía a sentirse tan bien como antes de dejar la medicación… pero en realidad no había tomado su pastilla, sino otra sin sustancia activa alguna.

Pattison fue solo uno más de las docenas de pacientes a los que el doctor Stoessl dio placebo con éxito terapéutico. Y Stoessl ha demostrado que la mejoría no se debe a sensaciones subjetivas. "Un placebo puede aumentar la producción de dopamina en un enfermo de Parkinson tanto como una anfetamina en una persona sana; esto es un efecto impresionante", afirma el doctor. Es decir, se produce un cambio real en la química del cerebro.

En el caso del Parkinson, la diferencia con el medicamento es que el efecto placebo tiene menor duración. Sin embargo, en otras indicaciones puede ser muy prolongado. Los estudios muestran que un tratamiento placebo puede evitar los ataques de pánico durante ocho meses, los dolores de la angina de pecho durante seis y las molestias de la artritis durante dos años y medio.

El profesor Tor Wager, de la Universidad de Colorado (Estados Unidos), asegura que el cerebro puede ordenar la producción de las sustancias químicas que necesitamos, como endorfinas capaces de eliminar el dolor. Si a un paciente con quemaduras graves se le administra una inyección inocua de suero, diciéndole que se trata de un anestésico potente, se puede conseguir un efecto equivalente a unos 5-8 mg de morfina.

Wager sostiene que el cerebro, estimulado con placebo, puede dirigir órdenes al metabolismo y al sistema inmunitario y producir todo tipo de cambios bioquímicos. De esta manera puede controlar desde la cantidad de células inmunitarias a los niveles de glucosa, entre otras variables fisiológicas.

Ahora el objetivo de las investigaciones es comprender todavía mejor el efecto placebo para poder utilizarlo terapéuticamente. Según el doctor Gustavo Pacheco López, del Instituto de Ciencias del Comportamiento del Instituto Federal Suizo de Tecnología, de Zurich (Suiza), si se potencia el efecto placebo se puede reducir las dosis de analgésicos hasta un 30%. 

Por otra parte, un estudio publicado en la revista Psychosomatic Medicine demostró que combinar una crema con cortisona y un producto placebo en el tratamiento de la psoriasis reduce cuatro veces la dosis necesaria para un tratamiento eficaz.

Entre las enfermedades que más podrían beneficiarse de los mecanismos de autocuración se encuentran la depresión, el pánico, los trastornos de la conducta infantil (como la hiperactividad), la úlcera gastrodúodenal, el síndrome de colon irritable, el asma, la diabetes, las dermatitis, las infecciones de las vías respiratorias superiores, el síndrome de fatiga crónica, la hipertrofia benigna de próstata, las artritis, las alergias y otros procesos inflamatorios.

¿Cómo se puede utilizar el efecto placebo para curarse?

• La empatía entre médico y paciente estimula la respuesta placebo o de autocuración. Hay que huir de las consultas de cinco minutos. El médico debe hacer un entrevista profunda, averiguar todos los factores que pueden estar influyendo sobre el paciente y suscitar su confianza en el tratamiento.

• La consulta médica debiera plantearse como un ritual de curación. Como en todo ritual, es importante la atmósfera del despacho, los colores o los símbolos. La bata blanca y el fonendoscopio funcionan como tales, pero este aspecto simbólico puede potenciarse mucho más. Por ejemplo, se puede recurrir a imágenes u objetos religiosos o artísticos o que tienen un intenso significado personal. 

• La actitud positiva y optimista hacia la curación la favorece.  

• Reducir el estrés con técnicas de relajación aumenta la eficacia del sistema inmunitario. 

• El efecto de un tratamiento se puede reproducir mediante un estímulo asociado. Esto significa, por ejemplo, que si las primeras veces que una persona asmática recurre a un spray broncodilatador siente un fuerte olor a vainilla, en ocasiones sucesivas el olor se bastará para generar el efecto del medicamento, sin el medicamento. Otra manera de aprovechar este fenómeno es alternar el uso del medicamento y el placebo, por ejemplo, una crema con cortisona y otra inocua.

• Las visualizaciones son un medio de comunicación entre niveles profundos de la mente y el cuerpo. La psicóloga Jeanne Archterberg propone la visualización en estado de relajación profunda (cuando predominan las ondas eléctricas cerebrales de tipo theta). 

• La combinación de visualización y biofeedback (técnica de control de variables fisiológicas mediante monitorización) se utiliza en el tratamiento de adicciones, estrés postraumático, trastornos de personalidad múltiple, depresión, fatiga crónica o bulimia.

miércoles, 16 de abril de 2014

Problemas de conducta en los niños.

Cada niño es un mundo y no hay estrategias universales eficaces para todos ellos. Lo que funciona bien en un niño puede no ser eficaz en otro. Aún así, hay una serie de principios que utilizados con la suficiente destreza pueden ponernos en el buen camino para establecer, modificar o eliminar conductas en niños. A continuación exponemos con carácter general algunos de ellos:


1-LÍMITES: Son fundamentales. Atrévase a poner límites a sus demandas. Si no lo hace a edades tempranas luego será mucho más difícil establecerlos. Intente explicarle su punto de vista de forma calmada y adecuándola a la edad del niño. No utilice el tono imperativo ni los gritos. Hágale saber más bien que está triste por su comportamiento, que está decepcionado, pero manténgase firme en su posición. Es necesario establecer, desde la primera infancia unos hábitos adecuados en alimentación, ritmos de sueño, etc... Son los propios padres los que han de marcar sus propios límites y normas en función de la edad del niño y sus valores educativos. Poner límites no debe plantearse como un trabajo coercitivo con el niño, sino como un juego de equilibrios, en el que el niño va a aprender el sentido de dar y recibir, al tiempo que va interiorizando una serie de pautas y valores que le servirán más adelante como referentes. 

2-CLARIDAD: Sea claro en las instrucciones. Si queremos establecer límites, el niño debe saber exactamente qué le pedimos. Si le decimos "pórtate bien" esto puede suponer diferentes cosas en diferentes situaciones. Es más eficaz concretar la demanda en una situación concreta. Por ejemplo en una situación de paseo por la calle le diremos "no cruces hasta que esté el semáforo verde", en la casa en situación de juego "no tires los juguetes". 

3-ATENCIÓN: Préstele atención cuando realice las conductas deseadas en caso contrario retíresela. El halago verbal y sincero funciona muy bien como apoyo de otros refuerzos. En caso de aparición de una conducta disruptiva (rabietas...) retire la atención sobre el niño (Tiempo Fuera). Un premio no esperado y contingente a la realización de alguna conducta deseada aumentan la probabilidad de que vuelvan a ocurrir. Puede establecer también premios y consecuencias contingentes a las diferentes conductas (Economía de Fichas - Coste de la respuesta).

4-COMPLICIDAD: Cuando se establecen unos límites o normas, estos deben ser respetados por todos los miembros de la familia. Padres, hermanos o abuelos deben actuar de igual modo ante las conductas problema del niño. Si sólo es el padre o la madre la que exige ciertos requisitos al niño, el avance es mucho mas complicado sino imposible.

5-MINIMIZAR: Cuando dé instrucciones minimice el NO. Con niños es más efectivo el decirle lo que debe hacer que lo que no debe hacer. Por ejemplo es más conveniente decirle: "habla bajito" que "No chilles". La primera la experimenta como una sugerencia la segunda como una imposición. 
-Debemos siempre desaprobar las conductas (morder, desobedecer, gritar....) nunca al niño (eres un desastre, eres muy malo, eres...).

6-ELECCIÓN: Que elija él. A la hora de darle instrucciones podemos minimizar la probabilidad de desobediencia si proporcionamos al niño varias opciones para que él elija. Por ejemplo en lugar de decirle sólo: "recoge los juguetes", podemos añadir: "mamá va a ayudarte a recoger los juguetes, ¿dime cuales prefieres guardar tu? Al niño se le recuerda que la responsabilidad de guardar los juguetes es suya, pero, a la vez, tiene cierta sensación de control sobre la situación y tolera mejor la demanda del adulto. Una vez establecido el hábito de recoger probablemente lo haga sin demasiadas quejas y ayudas.
7-EXPLICACIÓN: Acompañe la demanda con una explicación breve. Si damos una explicación a una instrucción dada podemos ayudar a que interioricen valores de conducta. Por ejemplo podemos decirle: "si pegas a tu hermanito se pondrá triste y no querrá jugar más contigo". Se trata de que entienda que nuestra demanda no es por capricho o por llevarle la contraria, sino por que tiene unos efectos molestos sobre nosotros u otras personas y que esto comporta consecuencias. 


8-ALTERNATIVA: Una alternativa cuando tengamos que decir NO. Cuando tengamos que pronunciar un NO es importante minimizar su efecto con una alternativa: "NO te puedo comprar una pasta antes de comer, pero sí te daré después el helado que te gusta".

9-FLEXIBILIDAD: Debemos crear limites y normas pero a la vez hay que saber ser flexibles en situaciones especiales a valorar por los padres. Los niños crecen y los problemas y sus circunstancias cambian. Debemos estar abiertos a revisar y modificar el sistema de contingencias cuando sea necesario. Una rigidez extrema en la configuración del sistema y sus normas es la mejor invitación a su incumplimiento. 

10-COHERENCIA: Tiene que haber coherencia entre lo que se le exige al niño y lo que él observa en su entorno más inmediato. No podemos pedirle obediencia y respeto hacia la madre a un niño que vive en un entorno de menosprecio o maltrato familiar.

11-CONTROL: Controle sus emociones. Cuando estalla el problema. Cuando su hijo ha repetido la conducta que no deseamos, cuando nos llaman del colegio, cuando todo parece hundirse................tómese un tiempo antes de responder. Sabemos que es complicado y que si no se lanza un grito algo parece romperse en nuestras entrañas. Es fundamental el control de las emociones. Nuestro objetivo es educar al niño. Si somos demasiado emocionales no estamos en condiciones de ofrecer el mejor modelo de nosotros mismos. Proporciónese un tiempo de respiro, retire la atención al niño de la forma que permitan las circunstancias, hágale saber inmediatamente su disgusto y luego en frío analice la situación y tome las decisiones oportunas. No razone en caliente. Ni usted ni su hijo están entonces en las mejores condiciones. 

-No caiga en la trampa de enzarzarse en un diálogo de recriminaciones con su hijo. Es la mejor forma de acabar estableciendo un tipo de relación conflictiva o coercitiva que no le va a llevar a ninguna parte. Esto no quiere decir que la mala conducta no deba tener sus consecuencias para el niño, sino que éstas deben ser pensadas en frío aunque aplicadas lo antes posible para que sean efectivas.

12-CONSTANCIA: Es básico ser constante en la aplicación de cualquier estrategia que quiera modificar o establecer conductas. No se desanime a la primera de cambio. Suele ocurrir que cuando se aplican límites o normas por primera vez se produzca una reacción negativa. Esto es especialmente notable en aquellos casos en los que el niño percibe que se le van a retirar ciertos privilegios. Ello puede provocar, de inicio, un aumento de la frecuencia y magnitud de los episodios problemáticos que luego, en la mayoría de casos, remiten y se corrigen. 

Y SI TODO FALLA: Hemos dicho ya que cada niño es un mundo y cada conducta problemática es fruto de multiplicidad de factores externos e internos. Cuando el comportamiento se hace incontrolable, pese a la dedicación y esfuerzo de los padres o tutores, busque ayuda en algún profesional de la salud infantil (psicólogo infantil, pediatra...). El peor aliado es dejar pasar el tiempo sin actuar.

Piscodiagnosis.es

martes, 15 de abril de 2014

Blog de A.A.D.A.H. Asociación de Alicante para el Déficit de Atención con o sin Hiperactividad.


Aquí tienes un nuevo espacio creado para acercar la idiosincrasia del TDAH a las familias y profesionales.
http://asociaciontdahalicante.blogspot.com.es/

Finalidad de la AADAH.
Apoyo a padres y familias afectadas a través de talleres educativos, charlas o ponencias. Dar a conocer el TDAH en la población escolar y en la sociedad en general. Defender los derechos y mejorar la calidad de vida de las personas con TDAH. Promover actividades de formación e intercambio de proyectos, experiencias e investigaciones. Asesorar a familias en la detección precoz y tratamiento multidisciplinar que incluye la combinación de fármacos y la actuación a nivel social,escolar y familiar.


domingo, 13 de abril de 2014