sábado, 31 de agosto de 2013

8 cosas que no sabías sobre el autismo

Al menos uno de cada 150 niños sufre autismo. Te contamos ocho descubrimientos recientes sobre este trastorno cuyos principales signos y síntomas afectan a la comunicación, las interacciones sociales y las conductas repetitivas.







jueves, 29 de agosto de 2013

Libro Estimulacion Cognitiva Completo


ESTIMULACION COGNITIVA

Compilacion Completa de Estimulacion Cognitiva, Incluye Bloques con ejercicios practicos para su aplicacion, 




miércoles, 28 de agosto de 2013

13 Técnicas de trabajo cooperativo


13 Técnicas de trabajo cooperativo

Ya de vuelta continuamos con nuestros materiales de trabajo cooperativo en esta ocasión os presentamos diferentes técnicas de trabjo cooperativo para nuestras clases.
Dentro de este marco más amplio, sí podemos hablar de algunas técnicas específicas que pueden encaminar  al alumnado, con más o menos acierto, a establecer entre ellos relaciones de cooperación. He aquí, pues, una breve descripción de algunas de estas técnicas de aprendizaje cooperativo.

sábado, 24 de agosto de 2013

¿Por qué no recordamos nuestros primeros años de vida?



Investigadores del Hospital Infantil y la Universidad de Toronto, en Canadá, han descubierto que el elevado nivel de producción de neuronas es la causa de que el ser humano no recuerde los primeros años de su vida, según los resultados de un estudio presentado en el congreso anual de la Asociación Canadiense de Neurociencia. Esto hace que, aunque la formación de nuevas células cerebrales sea clave para aumentar la capacidad cognitiva y aprender, en ese primer momento afecte a la memoria limpiando la mente de viejos recuerdos.
La neurogénesis o formación de neuronas nuevas en el hipocampo, región del cerebro conocida por su importancia para el aprendizaje y el recuerdo, alcanza sus picos antes y después del nacimiento. Y posteriormente, durante la niñez y la edad adulta, su producción comienza a decaer.
Para comprobar si había relación entre este mecanismo y la ausencia de recuerdos de los primeros años de vida, los autores utilizaron ratones viejos y jóvenes. En los animales adultos, el equipo descubrió que aumentar la neurogénesis después de la formación de la memoria era suficiente para olvidar. Asimismo, en los ratones pequeños los científicos hallaron que la disminución de la neurogénesis después de la formación de la memoria provocaba que el olvido, que normalmente ocurre a esta edad, no se diera.
El estudio sugiere un vínculo directo entre la reducción en el crecimiento de neuronas y el aumento de los recuerdos. Al mismo tiempo comprobaron que también puede suceder lo contrario, es decir, que la habilidad de recordar disminuya cuando la neurogénesis aumenta, tal y como ocurre durante la infancia.
Los especialistas dijeron que el trabajo ofrece una explicación para la ausencia de recuerdos de nuestra niñez temprana, conocida como amnesia infantil. Uno de los autores del estudio, Paul Frankland, experto en neurociencia y salud mental, dijo que durante muchos años la razón por la que existe la amnesia infantil ha sido un misterio. «Creemos que nuestro nuevo estudio empieza a explicar por qué no tenemos memoria de esos primeros años. Antes de los cuatro o cinco años tenemos un hipocampo muy dinámico que no puede almacenar información de forma estable», ha reconocido.
Por su parte la doctora Bettina Forster, de la Unidad de Investigación para la Neurociencia Cognitiva de la City University en Londres (Reino Unido), ha explicado a la BBC que se trata de un «estudio muy interesante y elegantemente ejecutado que muestra la relación directa entre la neurogénesis y la formación de memoria». Sin embargo, la experta agrega que estos resultados cuestionan el asumido vínculo entre el desarrollo verbal y la amnesia infantil, y pone en entredicho algunas teorías psicológicas y psicoterapéuticas sobre el tema.


jueves, 22 de agosto de 2013

Trabajamos la atención con dibujos construidos de imágenes



Trabajamos la atención con dibujos construidos de imágenes. De Orientación Andújar.

Encuentra las diferencias de colores de formas geométricas, es un ejercicio para potenciar la percepción visual y la atención en los niños. Actividades de estimulación de la inteligencia en niños en el que tendrán que encontrar las diferencias entre conjuntos. Hemos empleado conjuntos de formas geométricas para que los niños se vayan familiarizando con ellas.

El niño debe encontrar todos aquellos elementos que se le proponen, de entre un conjunto de ellos que son perceptualmente similares por el color o por la aglomeración de los mismos y que, actuando impulsivamente, inducen al error en las tareas escolares habituales.  La similitud puede estar en la forma, orientación, tamaño, etc.

Vamos a trabajar no solo la atención sostenida sino que podemos trabajar la lateralidad introduciendo letras o figuras volteadas horizontalmente.



lunes, 19 de agosto de 2013

COMO ENTRETENER A TU HIJO


TÉCNICAS Y ESTRATEGIAS PARA AYUDAR AL NIÑO HIPERACTIVO

"¿Cómo le convenzo para que se siente a hacer los deberes? ¿Qué le digo para que no se levante mientras come? ¿Hay alguna manera de ayudarle a mejorar sus trabajos? ¿Qué hago para que me escuche?... " Si tienes un hijo con hiperactividad seguro que éstas y muchas otras preguntas han pasado mil veces por tu cabeza. Las respuestas te las dan una serie de estrategias que te explicamos a continuación.

Los síntomas que caracterizan el Déficit de Atención con Hiperactividad son la impulsividad, la hiperactividad y la baja atención. Pero, sin duda, lo que ayuda a detectarlo es observar si un niño manifiesta con frecuencia las siguientes conductas:

§ Su comportamiento es infantil para su edad, excesivamente inquieto y dependiente; más propio de un niño de menor edad.
§ Le cuesta concentrarse, no mantiene la atención cuando es necesario.
§ Es desorganizado y suele hacer los trabajos con una baja calidad.
§ Frecuentemente deja los trabajos sin terminar o interrumpe los juegos.
§ Está continuamente levantándose cuando debería estar sentado, por ejemplo, en la clase o a la hora de comer.
§ Es muy impulsivo, hace las cosas sin meditarlas previamente.
§ Mueve mucho las manos y los pies.
§ Suele interrumpir a los demás cuando están hablando o realizando alguna actividad.
§ Siempre está corriendo y saltando, como si tuviera un motor en marcha.
§ Le cuesta relacionarse con otros niños debido a que siempre está cambiando de juego, no respeta los turnos y no sigue las reglas del grupo.
§ A menudo pierde cosas o las olvida.
§ Es desobediente y su comportamiento provoca las quejas de sus profesores.

Si tu hijo cumple algunos de los puntos expuestos aquí, quizás sea recomendable acudir a un profesional para diagnosticar o descartar el trastorno de hiperactividad.

Técnicas y estrategias para ayudar al niño hiperactivo

La forma de tratar el "trastorno de déficit de atención con hiperactividad" es modificar o compensar lo más posible aquellas conductas típicas que repercuten negativamente en la vida diaria del niño y de su familia. El objetivo principal es reducir su impulsividad e inquietud motriz y aumentar su atención, que son la fuente de sus principales problemas. Las corrientes psicopedagógicas conductista y cognitivista ofrecen diversas estrategias para tratar la hiperactividad. La corriente conductista centra su atención en cómo el ambiente en el que se mueve el niño (la familia, los profesores, etc.) interactúa con él para, manejando esta interacción, modificar las formas de comportamiento. La corriente cognitivista actúa directamente sobre el niño enseñándole a ejercer su propio control a través del entrenamiento en estrategias.

Corriente conductista: cambiar una conducta inadecuada a través del ambiente

Para modificar determinadas actitudes, como la agresividad o la desobediencia, se emplean técnicas de cambio conductual que se apoyan en la psicología conductista. La base de todas ellas es la idea de que todo comportamiento es una forma aprendida de responder a determinadas circunstancias. Cuando lo que obtenemos al responder de determinada manera es bueno, agradable o sirve a nuestros propósitos, esa respuesta se instaura en nosotros, es decir, la aprendemos y siempre que nos vemos en circunstancias similares respondemos igual. Por el contrario, si con nuestra actuación no logramos lo esperado, desechamos la respuesta como "no válida" y dejamos de emplearla. Esto supone que tu actitud es fundamental a la hora de manejar la de tu hijo, ya que es la que le proporciona la información de si sus respuestas son adecuadas y sirven a sus propósitos o, por el contrario, debe sustituirlas por otras. Los padres pueden, sin darse cuenta, fomentar las respuestas inapropiadas. Un ejemplo muy claro es cuando se cede a un capricho, que se ha negado en un principio, para contener una rabieta. La conclusión del niño en esta ocasión es clara (y muy lógica): "enfadándome, gritando y tirando las cosas consigo lo que yo quiero". Resultado: cada vez recurrirá con más frecuencia a las pataletas.

Las técnicas de cambio de conducta lo que hacen es controlar las consecuencias de las acciones convirtiéndolas en agradables, a través del "refuerzo positivo", o desagradables mediante el "castigo". Aquellas conductas del niño a las que siga un "refuerzo positivo" serán aprendidas como útiles y se repetirán; aquellas otras a las que acompañe un "castigo" terminarán desapareciendo. Los refuerzos pueden ser muy variados. Al principio, cuando una actitud está muy instaurada, se recurre a recompensas de tipo material (un juguete, una chuchería, etc.). Posteriormente se van restringiendo este tipo de refuerzos para que el niño no haga las cosas por el premio sino por que realmente ha adquirido nuevas actitudes con las que se siente más satisfecho. Para ello, desde el principio (junto con las recompensas materiales) y a lo largo del tiempo (cuando ya se han eliminado aquellas) el niño debe recibir refuerzos sociales como abrazos, alabanzas o cualquier otra manifestación de afecto por lo bien que ha actuado. Por otra parte, los castigos que siguen a las conductas que deseamos eliminar serán cosas como quedarse sin ver la tele o recoger el cuarto, pero jamás castigos físicos. Además, todo castigo debe ir acompañado del refuerzo de la conducta alternativa.

¿Cómo puedes aplicar todo esto? Una forma es hacer un trato con tu hijo. Piensa en alguna cosa que quieras cambiar de él, por ejemplo, que no se levante de la mesa mientras come. Ya tienes establecido el objetivo general. Ahora, en función de la problemática, piensa cuándo y cómo vas a reforzar el cambio de comportamiento: si tu hijo no aguanta más de tres minutos seguidos en la mesa, empieza por reforzar que consiga estar sentado al menos cinco minutos. Según le vaya resultando más sencillo cumplir el objetivo ve aumentando el tiempo hasta que, finalmente, reciba el premio sólo si permanece toda la comida sin levantarse. El siguiente paso es acordar el premio o refuerzo. En este caso lo más apropiado es un sistema de puntos o fichas canjeables. Elabora con tu hijo una lista de cosas que le gustaría hacer o conseguir y pon a cada cosa un valor en función de sus características: un caramelo 2 puntos, media hora más con el ordenador 8 puntos, ir al cine 14 puntos, comprar un juguete determinado 20 puntos, etc. Ya sólo queda ponerlo en práctica: cada vez que tu hijo cumpla el objetivo marcado refuérzale con un punto y cuando desee canjearlos dale la recompensa que le corresponda según acordasteis.

En el libro Nuestro hijo es hiperactivo puedes consultar otras técnicas que aplican estos mismos principios.

Corriente cognitivista: enseñar a hacer las cosas mejor
Según la corriente cognitivista, la forma más adecuada de ayudar a un niño hiperactivo a resolver sus problemas correctamente es entrenarle en los pasos que debe seguir, es decir, darle estrategias para que sepa cómo actuar. Por ejemplo, mantener la atención es una habilidad casi automática en la mayoría de las personas, pero para un niño hiperactivo es todo un triunfo. Para facilitarle esta tarea debemos enseñarle cómo se presta atención facilitándole una serie de instrucciones que resuman eso que hacemos las personas cuando prestamos atención (centrarnos en lo importante, ignorar los estímulos irrelevantes, etc.). En este caso estaríamos hablando de estrategias atencionales. Dicho así parece muy abstracto, sin embargo lo puedes aplicar de forma particular a cada una de las tareas con las que tu hijo tenga dificultades. Una manera de hacerlo efectivo es el "modelo de autoinstrucciones" que debéis practicar cada día tantos días como sea necesario hasta que tu hijo sea capaz de realizar el quinto paso de forma natural:

1. Modelado: haz tú la tarea mientras vas diciendo en voz alta los pasos que sigues, mediante instrucciones claras y concisas.
2. Guía externa manifiesta: ahora es él quien realiza la misma tarea mientras le ayudas repitiendo junto con él los pasos.
3. Autoguía manifiesta: el niño repite solo las instrucciones, en voz alta, mientras hace la tarea.
4. Autoguía manifiesta atenuada: en vez de hablar en voz alta debe cuchichear las instrucciones.
5. Autoinstrucciones encubiertas: finalmente el niño realiza la tarea en silencio mientras se guía por las instrucciones a través del pensamiento.
Por Flavia.

lunes, 5 de agosto de 2013

Mutismo selectivo


El término "mudez selectiva" previamente descrito como "mudez optativa" sugiere un rechazo voluntario al habla en ciertas situaciones. DSM IV (1995), con una referencia cruzada de Mudez Optativa, describe sus características de la siguiente manera:

"El rasgo esencial de la mudez selectiva es el fracaso persistente a hablar en situaciones sociales específicas (ej. En la escuela con los compañeros) donde se espera la comunicación oral; mientras en otras situaciones se habla…

Otros rasgos asociados pueden incluir: timidez excesiva, miedo al ridículo social, aislamiento y reclusión social, poca independencia, rasgos compulsivos, rabietas u otros comportamientos de control o de oposición, especialmente en casa."

La mudez selectiva/optativa es una condición distinta al autismo, pero en ciertas circunstancias se puede considerar una forma menor de autismo o una manifestación de un tipo particular de comportamiento autístico. Un autista de 17 años que había sido incapaz de hablar desde los 6 años, fue capaz de escribir más tarde sobre sus experiencias como si hubiera estado encerrado en el mundo del silencio (Hocking 1990).

"Carolina quería hablar mucho, pero le parecía una tarea imposible. "¿Crees que algún día hablará? Era la pregunta que les hacían con frecuencia a su madre y sus profesores, a lo que respondían "No hay ninguna razón por la que no lo haga. Tiene todo lo necesario. Cuando era pequeña hablaba".

A algunas personas les parecía difícil de creer. Creían que sus padres se deberían estar engañando y que la niña nunca había hablado. Pero sí que había hablado. Ella podía recordar exactamente las veces que le había dicho cosas a su mamá. "¡Mira la luna!" dijo un día, asombrada por la repentina belleza de ésta en el cielo diurno. Entonces tendría unos 6 años, perdida en su miseria, pero todavía respondía a la belleza que venía desprevenidamente de los cielos. Se podía acordar de otros momentos en los que había intentado decir cosas, pero se había sentido atrapada en la red negra de su infelicidad, incapaz de soltar una palabra. Es muy difícil de explicar cómo su miedo retenía sus cuerdas vocales. Era como si unas manos invisibles estuvieran presionando sobre la garganta estrangulándola hasta dejarla sin vida. Un lugar tan pequeño para que pasara el aire y tan poco sitio para que la fuerza misteriosa de la vida pudiera existir. Esta parte de su cuerpo parecía tan vulnerable, tan expuesta, que debería ser protegida a toda costa, incluso al precio del silencio. Parecía que estaba salvando aire para el mismísimo proceso de vida. No había aire que sobrara para el habla eventual, así pues el habla tenía que desaparecer. Nadie se daba cuenta de que este era uno de los miedos detrás del silencio, esta sensación de respiración oprimida que parecía asfixiarla y amenazaba con la extinción de la poca vida que le quedaba. Este era un sentimiento real cuando era una niña pequeña, pero no fue hasta que casi era mayor que encontró la soltura para describirlo. Lo mismo ocurrió con muchos otros sentimientos ahora que era mayor. Podía encontrar una manera de describir las cosas que le habían ocasionado grandes dudas y miedos en su pequeña mente. Ahora tenía las palabras para describir cómo había sido, por eso, sentía que era tan importante escribir un libro para explicarlo. Como su profesora le había dicho, estaba en posición de ayudar a otros. La experiencia real, hábilmente expresada, era más valiosa que una tonelada de suposiciones hechas por expertos bienintencionados. Lo más doloroso era la creencia común apoyada por los estudiantes de psiquiatría, si estaba muda no podías comprender. Pero, ¿cómo sabían que mucha gente silenciada no tenía la cabeza llena de un lenguaje expresivo maravilloso que no podían utilizar, simplemente porque nadie había encontrado la llave de su confianza?"

(Sally Goddard continúa en su texto dando una posible explicación de el porqué y el cómo ocurre el mutismo selectivo. Ella ha investigado en profundidad los reflejos primitivos y los efectos de éstos cuando no han madurado y no se han integrado de forma adecuada a lo largo del desarrollo del niño. Relaciona el mutismo selectivo con la presencia de dos reflejos concretamente.)

¿Cuál sería el resultado de que el reflejo de parálisis por miedo (RPM) y el reflejo de Moro permanezcan activos a un nivel subcortical en el individuo?

Esta persona tendrá un umbral de miedo y de estrés muy bajo. Una persona hipersensible al tacto, al sonido, a frecuencias de sonido específicas, cambios en su campo visual, olor y posiblemente también gusto. Quizá sea capaz de compensar y sobrellevar su hipersensibilidad en muchas situaciones, pero a costa de que las respuestas reflejas instintivas se hagan de forma absolutamente consciente, generadas desde el córtex. Pronto se cansará, y con el cansancio disminuirá la capacidad de compensar, de manera que la respuesta refleja se provoque más fácilmente. El reflejo que será provocado depende de las circunstancias en particular. En ciertas situaciones ambos reflejos se superarán por control consciente y el individuo reaccionará a esa situación racionalmente y de forma efectiva. En otras ocasiones, la situación provocará el reflejo de Moro o una respuesta exagerada. En otro momento los reflejos de retirada serán prioritarios y al individuo le será imposible responder. La mudez optativa/selectiva puede ser el resultado de esto último.

Sally Goddard
The Institute for Neuro - Physiological Psychology

Harald Blomberg.com (Terapia de Movimiento Rítmico y Reflejos Primitivos)