La aplicación Whatsapp ha modificado por completo el concepto del SMS, que ha quedado relegado a poco menos que un vestigio de la primera edad del móvil. Hoy ya no se manda un SMS. Hoy se whatsapea. Pero algunas acciones no deben realizarse nunca a través del whatsapp.
Existen algunas dudas sobre la seguridad que puede ofrecer un servicio de mensajería instantánea como
Whatsapp. No se trata de dejar de utilizar esta aplicación, que es realmente útil si se usa correctamente, sino que se trata de advertir de los riesgos que determinadas acciones pueden tener si se realizan a través de Whatsapp.
Te contamos cuatro de ellas:
1. Whatsapp no es un correo electrónico. No sustituyas tu cuenta de correo por esta aplicación, porque se trata de cosas diferentes. Si comienzas a utilizar Whatsapp como cuenta de email puedes tener problemas en el futuro, ya que esta app no goza de los mismos buscadores que tienen las cuentas de email y podrías perder mucho tiempo recuperando información. Además, ten en cuenta que identificador de una cuenta de Whatsapp es un número de teléfono, por lo que es mucho más accesible para una persona ajena a tu cuenta que un correo electrónico. Utiliza Whatsapp para lo que está concebido: un sustitutivo de SMS, gratuito y mejorado, pero no como una cuenta de correo electrónico.
2. No uses Whatsapp como un sistema de comunicación corporativo. Muchas empresas con pocos empleados han adoptado Whatsapp como sistema de comunicación interna. Se hace un grupo con todos los trabajadores y ya está. A enviarse información sobre el trabajo y la empresa. Pero nos encontramos con el mismo problema: no se trata de un sistema de comunicación corporativa y no se aplican las normas de seguridad que otros sistemas sí tienen. Blackberry Messenger, por ejemplo, cuenta con un sistema de seguridad que garantiza que toda la información que se emite y recibe a través de este sistema sólo podrá ser leída por personal de la empresa. No te arriesgues a que información confidencial de la empresa circule por la red sin ninguna medida de protección.
3. No compartas contraseñas. Estas es una regla universal para protegerte en internet que ya hemos repetido muchas veces en chaval.es. Las contraseñas no se comparten. Pero mucho menos a través de Whatsapp. La razón es que una de las principales críticas sobre la seguridad de Whatsapp es el desconocimiento que se tiene sobre si la compañía guarda copias de la información enviada, dónde se aloja y qué nivel de seguridad se aplica a esa información una vez entregada. Por eso no conviene enviar contraseñas por Whatsapp (insistimos, no conviene hacerlo nunca). Además, ten en cuanta que si pierdes tu teléfono y otra persona accede a él, podría entrar en la app y ver los mensajes. Le estarías poniendo en bandeja que entrase a tus cuentas personales.
4. No envíes fotos o video comprometidos. Al igual que con las contraseñas, esto es una norma universal sobre seguridad en internet. Recuerda que cuando envías una imagen de ti mismo a otra persona, dejas de tener el control. En el caso de Whatsapp, al no conocerse exactamente dónde ni cómo se guarda esa información, el control es aún menor. El destinatario podría no hacer pública jamás esa foto y aún así tampoco estaría segura. Como norma general, no practiques el sexting. Y, por supuesto, jamás lo hagas vía Whatsapp.

Usar las aplicaciones en nuestro provecho es muy sencillo y basta con aplicar el sentido común. Por eso utilizar Whatsapp como sustitutivo de los mensajes SMS es una excelente opción. Pero no es conveniente usar Whatsapp para aquello que no ha sido concebida. Evita riesgos innecesarios y disfruta de todos los beneficios que ofrecen las TIC.
Fuente: chaval.es/
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